Nosotras nos habíamos conocido en 1991, a partir de un programa de radio que yo hacía con un amigo en la FM TL (bien en sus comienzos). El programa se llamaba "El infierno musical", como el libro de poemas de Pizarnik y el cuadro de El Bosco. Pero un año más tarde, bueno, ella que estaba siempre allí hizo ciertos gestos que me permitieron ver que quizá a ella le estaban pasando otras cosas conmigo. Comparto el registro que dejé en mi diario personal, 10 días más o menos, de ya haber cruzado el umbral amoroso.
23 de Enero de 1992:
16:15 Hs.:
a I. O.
Sola aparece en el vano de la puerta
y hace de los rostros otra fuerza
entre sus manos.
_ Me falta una rosa_, dice
y logra el sentido de la saga,
lectura común, morosa, cuando
se detiene a besar, tensa, el círculo
de seda que abre el deseo.
La rosa aparece cuando estalla
la palabra sombra.
El poema dice lo que no he podido escribir estos días, aquí. Inscribir la luz, la fuerza, el amor. La tensión del círculo de seda abierto al deseo que bebe en la única fuente: ella.
Sobre su cuerpo creo haber escrito los poemas que jamás serán tinta. Su mirada se detiene en mí, me observa, la observo. Ella registra, guarda, recuerda de antemano aquello que será mañana o fue hace siglos.
La fuente y el viaje. La luz cenital marcando la escena. Se la recuerda. Repetimos los gestos de las que fueron antes que nosotras, en nosotras gestos que son fundación porque a su vez son los primeros.
Caminatas, tardes, noches, libros, Laurie, el cine, las plantas y sus gatos.
La mi amiga. Cuenta cuentos en silencio cuando me abraza. Se entrega y tiembla
Sudor de sangre anunciada. La mi amiga nombre que es piedra fundacional, humus que fecunda mi tierra, saliva, lengua. Gustos que son únicos en nosotras.
Lenguaje ancestral que recorre el sueño que nos cuesta conciliar.
Las estrellas, entonces, la luna.
Cervatillo que cruza el bosque del Edén. Voz que dice y ama.
Luz que viene, fuego que hace crepitar mis hojas secas. Nazco. Nace.
Vértigo, latido, mar que vuelve sobre sí mismo.
Amar, entonces, salto.
16:25 Hs.-
1 comentario:
Bello, Gabriela.
Cala.
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